miércoles, 5 de noviembre de 2008

Barack Obama: Un sueño hecho realidad

The America Times / Zetavision / Zeta Inter Press


Barack Obama escribió hoy un renglón de la historia al resultar elegido en las urnas el primer presidente negro de Estados Unidos y hacer realidad así el sueño del líder de los derechos civiles Martin Luther King.


"Sueño con que mis cuatro hijos vivan un día en un país donde no se les juzgue por el color de su piel", dijo hace 45 años King en un EEUU muy distinto, en el que la posibilidad de que un negro llegara a la Casa Blanca parecía imposible de alcanzar.

El senador demócrata por Illinois, de 47 años, famoso por su temple calmado, del que ha hecho gala una y otra vez durante su larga campaña hacia la Presidencia, encarna como nadie el sueño de reconciliación en un país con profundas heridas raciales.

Su talante conciliador quedó de manifiesto durante la convención nacional del Partido Demócrata en Boston, en 2004. "No hay un EEUU blanco y un EEUU negro, sino los Estados Unidos de América", dijo entonces, en un discurso esperanzador que lo catapultó a la esfera política nacional.

La historia del candidato presidencial demócrata es, como él bien dice, "poco convencional". Nacido en 1961 en Hawai, es hijo de Stanley Ann Dunham, una antropóloga nacida en Kansas, y de Barack Obama Sr., un economista keniano educado en Harvard, ambos ya fallecidos.

El matrimonio se separó cuando él tenía dos años y sólo vería a su padre una vez más durante una visita de éste a EEUU.

Su madre volvió a contraer matrimonio con Lolo Soetoro-Ng, un ciudadano de Indonesia, donde Obama pasó varios años de su infancia antes de regresar a Hawai a los diez años para vivir con sus abuelos maternos y tener acceso así a una mejor educación.

Su abuela, Madelyn Dunham, que falleció el lunes en Hawai a los 86 años debido a un cáncer, fue una de las presencias más importantes de su vida, la mujer que, según él dice, se sacrificó por él una y otra vez y quien lo quiso "más que a nada en el mundo".

Pese a que sus abuelos lo criaron en un ambiente estable, Obama sufrió una fuerte crisis de identidad durante su adolescencia, que estuvo marcada no sólo por una destacada trayectoria escolar, sino también por años de rebeldía y escarceos con las drogas.

A esos años le siguió una selecta formación en las universidades de Columbia y Harvard, una etapa como profesor y defensor de los derechos civiles en Chicago, su elección como senador estatal y su desembarco como senador en Washington en 2004.

Ayudado por su carisma, se granjeó una popularidad similar a la de una estrella del rock que lo ayudó a atraer a sus mítines a decenas de miles de personas. Sus rivales políticos trataron de utilizar sin éxito ese poder para arrastrar a las masas para presentarlo como una simple "celebridad" con mucha facilidad de palabra y escasa preparación para los desafíos del poder.

El autorretrato que él mismo perfiló durante los largos meses de campaña proyectó una imagen bien distinta: la del paladín del cambio en un país que lo pide a gritos y defensor de una clase media venida a menos durante la impopular presidencia de George W. Bush.

Sus dos libros autobiográficos "The Audacity of Hope" (La audacia de la esperanza) y "Dreams from my father" (Sueños de mi padre) se han convertido en los más vendidos.

Los observadores mencionan con frecuencia que el secreto de su éxito obedece a un arma rudimentaria: el poder de la palabra.

Obama asegura no haberse percatado de su poder dialéctico hasta que participó en una marcha contra la segregación racial en la universidad y descubrió que había captado la atención de los asistentes tras empezar a hablar. "Los congregados se quedaron callados y me miraban", recuerda en "Dreams from my father".

Su carrera política arrancó, curiosamente, con discursos que no conectaban bien con el público y en los que abundaban los detalles sobre sus programas.

No sería hasta 2004, durante su campaña al Senado, cuando introdujo los elementos de "esperanza, cambio y futuro" que tiñen la entusiasta retórica que tan buenos resultados le ha dado. Obama está casado con Michelle Robinson Obama, que es abogada. La pareja tiene dos hijas: Malia Ann y Natasha (Sasha).

tiempoargentino@gmail.com

sábado, 1 de noviembre de 2008

EE.UU : Elecciones 2008

The America Times / Zetavisión / Zeta Inter Press

El martes 4 de noviembre, los ciudadanos estadounidenses eligen un nuevo presidente. En esta elección histórica —todo indica que habrá una asistencia récord de votantes— por primera vez un candidato multirracial se presenta como aspirante a la Casa Blanca.

El demócrata Barack Obama, senador por Illinois, se enfrenta al senador republicano por Arizona, John McCain. Y en la contienda, el voto latino tendrá un peso específico propio, por su concentración en zonas críticas del mapa electoral como Nuevo México, Colorado y Florida. En 2004 votaron 7,6 millones de hispanos. Y una proyección del Consejo Nacional de La Raza indica que cerca de 9,5 millones votarían esta vez.





Llega la hora de elegir al próximo presidente entre Barack Obama o John McCain

Los candidatos a la presidencia, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, llegan al final de la carrera con encuestas apretadas que aún no dan respiro.

Al momento de esta edición, Obama mantenía a nivel nacional una ventaja de entre 2 y 9 puntos sobre McCain, según distintos sondeos. Hasta el momento, más de 16 millones de personas ya han votado por adelantado.

En esta elección, se ha ampliado el número de estados en donde el voto de las minorías será significativo, más aún cuando los porcentajes están tan ajustados. Muchos aseguran que estos grupos pueden ser los que inclinen la balanza.

Un informe del Immigration Policy Center (IPC) de Washington, hecho público en octubre, enfatiza la importancia de los “nuevos estadounidenses” como “bloque electoral”.

Entre las presidenciales de 1996 y 2004, el número de nuevos estadounidenses inscripto para votar aumentó un 60 por ciento. Según expertos del IPC, 2008 será el año de los “nuevos votantes estadounidenses”: hay alrededor de 3 millones más de nuevos ciudadanos que son elegibles para votar con respecto a la cifra de 2004.

Analistas coinciden en darle mérito por este alto registro a campañas nacionales como “We Are American Alliance” y “Ya es Hora, Ve y Vota”.

Inmigración sigue siendo un tema prioritario para la comunidad hispana, con o sin papeles.

Una encuesta del Consejo Nacional de La Raza reveló que era un tema “importante” para el 51 por ciento de los votantes latinos registrados para votar en 2006.

En un sondeo de junio y julio de 2008 llevado a cabo por el Pew Hispanic Center, inmigración era un tema “extremadamente importante” o “muy importante” para el 75 por ciento de los latinos registrados para votar.

The America Times y The World Star Times cubrirá la elección presidencial mediante convenios con Medios Hispanos de Washington DC- New York - Los Angeles y Miami